jueves, 2 de octubre de 2014

EL CURRO DE SABUCEDO ES ACCESIBLE


Tenemos noticias de “acurrar” as bestas desde mediados de 1600 y que se hacía en el atrio de la iglesia, aprovechando una pared de sus paredes; el arzobispado de Santiago consideró que el aloitar y cortar las crines al lado de las tumbas del cementerio y contra la pared de la iglesia  no era muy adecuado, y por ello sugirió y aprobó la construcción del curro en los aledaños de la iglesia en 1779; curro que se mejoró y amplió en 1854. Tenemos fotografías y películas del curro de los años 1940; pero en los años sesenta, la afluencia de público y el número de bestas obligaron a su ampliación: se siguió aprovechando la pared de la iglesia, colocando desde  el muro del curro una grada hasta la pared, primero de madera y más tarde con una estructura metálica para que el público pudiera estar sentado; en su frente se construyó una grada de cemento, también para estar sentados; entre ellas y desde la caseta del cura, debajo de la cual se acondicionó la zona de los potros, otra grada. Enfrente, solo se podía estar de pié sobre el muro, ya que lindaba con la carretera. En 1965 A Rapa de Sabucedo fue declarada de Interés Turístico Nacional, el público asistente fue creciendo, el número de bestas también; por el muro de la carretera, no se podía ampliar; la estructura metálica de la grada, tampoco podía crecer, y las gradas de cemento no podían subir más en altura. El feísmo de una grada tapando la iglesia, molestaba. A todo esto se añade la explosión mediática de televisiones, fotógrafos y periodistas. El entonces presidente de la Asociación da Rapa das Bestas, José Manuel Touriño, ante los riesgos de posibles accidentes por el estado de las maderas y la estructura metálica de la grada y la aglomeración de público, llegó a amenazar con la suspensión de la Rapa; la Asociación da Rapa das Bestas gestiona ante las autoridades y consigue la construcción de un curro nuevo en el Campo del Medio; se pone la primera piedra en 1955 y se inaugura en 1996. El nuevo curro se diseñó para 1800 personas, pronto se quedó pequeño y al pensar en su ampliación, hasta las 2.000 personas, se aprovechó la oportunidad de obras y se hizo accesible el acceso mediante una rampa, en el año 2012. En la visita de la inauguración, un asistente, profesional de la accesibilidad, comentó que no estaban señalizados los asientos para las personas en silla de ruedas y movilidad reducida, se le contestó que más adelante. A la mañana siguiente y antes de abrir el curro al público, una persona tenía un cartel, para colocar en la rampa “SOLO PARA MINUSVÁLIDOS”, el profesional de la accesibilidad, le advirtió que era justamente al revés, que el acceso era para todos y que ese cartel no debería de ponerse; la persona insistió en ponerlo porque obedecía órdenes, al final fue a consultar y se cambió la orden. En 2013 tampoco se señalizaron los asientos reservados para las personas con movilidad reducida. En 2014 en una visita previa del responsable del Concello de la Estrada, se le insistió en la necesidad de señalizar los asientos reservados; situados en el curro, se vio como mejor solución, señalizar una zona situada en la continuación de la rampa y otra, justo enfrente, aunque las personas en silla de ruedas tuvieran que entrar antes o molestaran a los que estaban en esa fila, o señalizar los primeros asientos de esa fila. Pero en la conversación estaba un “enterado”, que dijo que si la gente estaba sentada que no dejarían pasar a nadie. Cómo pasa con demasiada frecuencia, los “enterados” son los que mandan y solo se señalizó la parte más fácil. En la Rapa del lunes, la rapa solidaria, este año con la recaudación para la Cruz Roja, había cuatro personas en silla de ruedas en la zona señalada. La accesibilidad de los recintos públicos no está al albur de los “enterados”, es responsabilidad de los Concellos, por el DECRETO 35/2000, de 28 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo y ejecución de la Ley de accesibilidad y supresión de barreras en la Comunidad Autónoma de Galicia 2.3.5. Aulas, salas de reuniones y espectáculos. En salas y estadios con gradas se dispondrán espacios reservados para las sillas de ruedas, cerca de los vomitorios de acceso, con posibilidad de llegar a los mismos a través de rampas o ascensores, adaptados o practicables, según el caso. Reserva mínima de plazas adaptadas en locales de espectáculos, salas de conferencias, recintos deportivos, auditorios, aulas y otros locales con actividades análogas. De 1.001 a 2.500 plazas de capacidad total: 5 plazas de uso preferente. Tampoco este Decreto es muy generoso.
Para  que se pueda publicitar el curro como accesible, es preciso que los aseos sean accesibles o que entre los sanitarios portátiles  que se alquilan, se incluya uno adaptado para personas en silla de ruedas; y que en las proximidades del curro en la zona de aparcamientos reservados, se coloque una placa de reservado para minusválidos.
La rapa se adapta a los tiempos, no sólo con el chip para as bestas sino también para que todas las personas puedan acceder al curro y disfrutar del espectáculo en igualdad de condiciones, es un derecho de las personas con movilidad reducida.