miércoles, 27 de junio de 2012

El día da baixa y las rutas en el monte para rodear y traer as greas


El día da Baixa, es, para muchos, el día más bonito de la Rapa, porque se participa más y porque cada uno puede sentir sensaciones muy personales al formar parte de un paisaje impresionante  e irrepetible, porque siempre es único.
Con todo conviene ir preparado para caminar horas por caminos con piedras entre tojos, saltando charcos y pequeños muros.
Con calzado apropiado, con pantalones que te protejan de las espinas de los toxos, con protección solar o chubasquero, con una vara o bastón para ir apoyándose, con un bocadillo y una botella de agua para ir reponiendo.
Provistos de la tecnología adecuada y con ganas de disfrutar de la pureza de horizontes, de las montañas que vemos azules en la lejanía y verdes cuando las pisamos, de las frondosidad de las carballeiras, de los cantos de viento de los pinos, de la huída hacia el cielo de los eucaliptos, de la alegría de las flores de toxos, de los aromas de las flores de  las xestas, de los trinos, colorido y saltos de los pájaros cantarines, de los astutos graznidos de los cuervos, de los graznidos increpantes de las urracas, de los vuelos majestuosos e inquisitorios de las aves rapaces, de aguas de fuentes cristalinas, de sol limpio, de nubes que nos acompañan ó huyen, de vientos que vivifican.
Otra recomendación importante es, atender a las orientaciones, indicaciones, y a veces, órdenes de los mozos expertos de Sabucedo para que la baixa se pueda realizar con éxito y sin peligros ni para las personas ni para as bestas

Ruta 1


La ruta se inicia  en a costa do Campo, camino empedrado y desgastado por miles de caballos a lo largo de 350 años de la historia de la rapa, que sobrevivió a los hierros de las ruedas de los carros de vacas, acariciado por los zuecos de madera, desgastado por las lluvias y agradecido a las botas y deportivas de los alegres excursionistas y hoy, cansado, reposa ya, bajo el asfalto
Se cruza la carretera de Cerdedo-La Estrada y se retoma el camino que se vuelve cantarino porque en paralelo baja el río y, medio ocultos por carballos, se oyen las saltarinas aguas de los molinos de Concha, das Paradas y do Medio que forma parte de la ruta de los Molinos, un conjunto de nueve molinos  que abastecían de trigo, centeno y maíz y de noches seductoras a Sabucedo; hoy recuperados en la ruta Dos Muiños de Devesacarballa.
Atravesamos a Ponte de Saramagoso, puente medieval que ponía límites al pueblo y buscaba los horizontes de los montes; subimos a la carretera que une la de Quireza con Sabucedo, la atravesamos y  nos dirigimos por un camino a la izquierda hasta a Carballeira de Pequite,  aquí, por la derecha, nos adentramos entre carballos  por  un estrecho carreiro, que se va empinando pero lo agradecemos porque nos permite  ir disfrutando, poco a poco, de un bosque de acibros en un paisaje de leyendas y mitos.
Abandonamos la carballeira, salvando un pequeño hueco en un muro a la derecha, atravesamos una finca de eucaliptos y llegamos a la carretera de Quireza- Forcarey, que cruzamos. Hemos llegado en media hora
Iniciamos la ascensión por un camino  de tierra y  llegamos a las faldas do Marco do Feal, un bosque que antes era sólo de carballos, al que bajaban los caballos a gran velocidad en un anuncio de televisión de los setenta “Soberano es cosa de hombres”, hoy ya dominado por eucaliptos.
Miramos hacia arriba y nos desafía una pendiente sin vegetación de tierra negra. Iniciamos  la subida, y a los pocos pasos, su dureza  nos obliga a apoyarnos con fuerza en la vara, los pies pesan, las rodillas se vuelven rígidas, las palabras se mascullan, las risas son nerviosas, los comentarios se acortan, las pulsaciones se disparan y en la cabeza se sienten los golpes de la circulación acelerada. Tienes que pararte, pero ni siquiera te consuela el mirar atrás, aunque falten unos metros.
Esta ascensión es la más dura y se recomienda subirla despacio, parándose de vez en cuando, sin mirar atrás.
Por un camino llano en el que se  alternan piedras con tramos de tierra y hierba, vemos a la izquierda la caseta de Corvos y llegamos al Campo del Espiñeiro,  Chan da Espiñeira. Llevamos andando una hora y cuarto.
Bordeamos la ladera de la montaña, sorteando las piedras del camino y por un camino de hierba, llegamos a una llanura con pinos  y enfrente el Peón.
Aquí no Chan das Queimas hay un cierre parcial de alambre, el cierre total lo completan las personas,  que va a ser el punto de encuentro de todas as greas y de todos los que han ido a buscarlas a los distintos montes.
Llevamos andando hora y tres cuartos,  y desde aquí, desde este punto se puede elegir el acompañar a los grupos que van a buscar los 16 caballos, por cuatro  rutas.
Cada caballo con su grea, ocupa unos determinados territorios y los que los van a buscar lo hacen bajo las orientaciones y órdenes de los mozos de Sabucedo que conocen las distintas zonas del monte como la palma de sus manos, pues son muchos los fines de semana que por una u otra razón suben a los montes.
Se pueden elegir entre cuatro rutas con sus itinerarios en función de la posible localización de as greas y que pueden variar al divisarlas, pero siempre siguiendo  a los grupos dirigidos por un mozo de Sabucedo que elige el camino y adopta la estrategia para rodear y recoger la grea.
Las tareas de la ruta se inician con la búsqueda de a grea que puede estar en algunas de las zonas de su dominio; divisada, se inicia el acercamiento, sin hacer ruido y rodeando a grea en una cordón humano que se  va cerrando; la distancia entre los componentes se irá reduciendo hasta los 3-2 metros.
As bestas siempre intentarán escapar, por lo que no debiera haber fallos en el cordón, pero muchas veces algunas se escapan y lo que hay que intentar es que no se escapen todas, por lo que conviene cerrar el cordón y que un grupo se organice para buscarlas, rodearlas y traerlas de nuevo; se abre el cordón y hay que tener cuidado de que en ese  momento no se escapen todas.
As Bestas, preparan la huída y lo hacen cuando encuentran un hueco en el cordón o cuando presionan sobre un flanco y varios miembros del cordón se concentran allí, dejando el hueco que ellas estaban esperando y al que se dirigen a gran velocidad.
Para evitar que huyan o que presionen por un flanco, además de estar preparados para correr, conviene gritar y agitar la vara al viento para cortar el espacio.




Ruta 2


La más próxima al Peón. Se pueden ir a buscar as greas para traerlas o para rodearlas y esperar a las que vienen de más lejos. Se pueden localizar, rodear y llevar al Peón, cuatro greas con sus correspondientes caballos:  O Castaño, que está en el Campo dosTeixos, Soutullo e Laxe Grande, entre la pista y la Caseta de Corvos.  O Borrallas, el más próximo, en las laderas del Chan das Queimas. Jorge, entre el monte A Piorneira y el monte Peón. O Lázaro entre el Pico dos Aguillóns  y  as Lamas.


Ruta 3


Desde el Peón, Chan das Queimas hasta Couto da Conla.. Las greas se pueden ir recogiendo o bien a la ida o al regreso, dependiendo de  las características del terreno en que se encuentren. En esta ruta, las greas más lejanas son las de los caballos: Castaño Jesús, que está en el Monte da Planzadoira junto a una graja de vacas y al lado de una pista,  Melenas que está en el Monte da Planzadoira, encima de la aldea de Cuiña,  O Jano que está en el Couto da Conla, en las proximidades del refugio de cazadores,  y  Marqués, cerca del Couto da Conla y el pastizal de Fondós.








Es lamentable y vergonzoso el estado de abandono y de protección de los petroglifos DO OUTEIRO DE PAN TRIGO. Si conservamos una fiesta que es tradición y cultura, cómo podemos abandonar nuestros tesoros de miles de años. Vergüenza.



Ruta 4


En el  fondo del Monte de Souto entre la aldea de  Montillón de Arriba e os Montes de Xubrey y la carretera de Campolameiro a Codeseda, está a grea do O Fugitivo. De regreso entre Cortegada  y Enviande, el primer valle del Monte de Souto está  O Castela. Entre Enviande, Congostra da Piorneira y Carballeira de San Benito,  Castaño .Entre la Carballeira de San Benito  y los Montes de Xobrey y Montes das Quintas,  y la carretera de Codeseda a Campo Lameiro está a grea del Chaparro .Estos últimos tramos de esta ruta son muy dificultosos por los caminos estrechos y profundos, por terrenos irregulares entre vegetación muy densa y exuberante.

Foto de Carlos Puga

Foto de Carlos Puga

Ruta 5


Es la más larga a los Montes del Cadavo. Puede elegirse  entre cuatro itinerarios o saliendo desde Sabucedo con dos horas de antelación respecto a las otras rutas pasando por el Peón hasta la llanura de As Lamas , a los pies del Cadavo  llegando en automóvil as Lamas  desde la carretera de Campo Lameiro a Codeseda tomando una pista por Montillón de Arriba, o también en automóvil desde la carretera de Campo Lameiro a Forcarey  por una pista entre las aldeas de Morillas y Panceiros o incorporándose desde la carretera de Pontevedra a Orense por Serrapio al itinerario anterior.
Desde As Lamas, se ve el majestuoso Cadavo, las grandes Antenas repetidoras se quedan pequeñas. Se sortean varios riachuelos con pequeñas cascadas y lagunas y se afronta la subida serpenteando por la ladera izquierda. Es una temeridad intentar hacerlo de frente. El Chulo está entre Cortegada y as Lamas, entre la llanura y el inicio de la subida al Cavado. El Zepelin está más a la izquierda de las Antenas, en la zona de Mal Paso. El Zapatero está detrás de las antenas en la zona del Viveiro Vello. El  Makelele, está en la lomas opuestas a la subida del Monte Cádavo encima del lugar de Cequeril.

 Una vez reunidas as  greas del Cadavo, por muy cansado que estés, debes de permanecer de pie, ensimismado, perplejo, dejándote llevar por el viento y abriendo los ojos lo más que puedas: enfrente, a la izquierda la ría de Vigo y a la derecha la de Pontevedra.¡ No te dejes llevar¡ ¡Quieto¡¡ Eres el señor de la montaña, del viento y del mar¡ ¡ Ahora, cabalgas en un pegaso alado blanco que mueve sus patas sobre un frondoso valle verde hasta las azules aguas del mar y vuelves por el cielo azul o de plomo; las alas se detienen y las patas te dejan donde estás¡ Ahora, cierra los ojos¡
Cuando abras os ojos, escucharás a la derecha los sones cristalinos del agua fresca y cantinera de A Fonte do Cabalo que sale de la madre tierra entre tres rocas. En esta fuente se repite el rito de nombramiento de hijo adoptivo de Sabucedo para los hombres o mujeres que han emparentado con gentes de  Sabucedo y para sus descendientes.  La Rapa los ha ungido.

Pero si bebes de esa agua, has respetado y disfrutado con los caballos, te has dejado llevar por los trinos de los pájaros, te has embrujado con los acibros de las carballeiras; si te han susurrado los pinos de Breogán, si te has dejado imbuir por la fragancia de las flores de toxo y de las xestas, si te han captado las feromonas de los caballos, si eres parte del hermano paisaje que ibas buscando, serás cabaleiro adoptivo da Rapa de Sabucedo porque siempre tendrás saudade de lo que hoy has vivido.

Si la subida al Cadavo era difícil, la bajada es muy complicada, estas bestasson las que tienen más sensación de libertad, las que más corren y más se escapan. Al llegar  as Lamas, las dificultades son las ordinarias, aunque no pocas.


Las distintas greas, rodeadas por el cordón de personas a píe y a caballo van llegando al Peón,  entran a galope, se mezclan; los caballos buscando a sus yeguas, se  encuentran, se miran, se retan, aplazan la pelea o la inician. Las yeguas buscan a sus potros que las están reclamando.
Todos los que han ido por las rutas a pié o a  caballo, reponen su fuerzas con bocadillos y bebida, tirándose a lo largo sobre la hierba.